4.11.09

PEELING (EXFOLIACIONES CUTANEAS)

Las exfoliaciones cutáneas, también identificadas con el vocablo inglés “peeling”, constituyen una de las prácticas dermatológicas más frecuentes. Consiste en producir la caída de las capas más superficiales de la piel con el fin de acelerar o facilitar el recambio celular y mantener con ello, la vitalidad del tejido. Existen varios métodos de exfoliación cutánea, distintos entre sí en lo que respecta a la complejidad del procedimiento, el mayor o menor grado de compromiso de los tejidos tratados y el diferente resultado final que se alcanza. Existen tres tipos de Peeling: Superficial, Medio y Profundo.
EL PEELING SUPERFICIAL, está destinado a mejorar la textura de la piel, disminuir la secreción sebácea, eliminar impurezas cutáneas y manchas melánicas superficiales. Las indicaciones fundamentales son el acné y la piel involutiva (envejecida). La descamación que produce es casi imperceptible y le permite al paciente realizar sus tareas habituales. Está demostrado que a las pocas semanas de tratamiento las pieles alcanzan los máximos beneficios, se afinan, adquieren lozanía, brillo natural, un color más saludable, las arrugas finas desaparecen y teniendo en cuenta que mejoran el metabolismo celular los acnéicos (salvo excepciones) revierten el problema.
EL PEELING MEDIO, se recomienda en trabajos de mediana profundidad. Está indicado en envejecimiento cutáneo, secuelas cicatrizales superficiales, queratosis. Se pueden realizar aplicaciones mensuales, no más de 4 en el año. De preferencia en temporada invernal. Las pieles quedan estupendamente lozanas y luminosas.
EL PEELING PROFUNDO, constituye sin duda, el procedimiento de exfoliación química más eficaz. Si bien hace años se trabaja con este tipo de peeling, el tiempo, las experiencias, los estudios, han ido perfeccionando las prácticas y hoy se trata del tratamiento más revolucionario y eficaz para el lifting facial no quirúrgico.
El método está indicado en: líneas finas, rejuvenecimiento facial, manchas cutáneas, secuelas cicatrizales (acné, traumáticas, quirúrgicas, etc.), arrugas, surcos y descolgamientos. Es seguro, rápido, con buenos resultados y duradero. Se puede realizar una vez cada diez años.

Cortesía: Immae (Instituto de Medicina Estética y Antienvejecimiento)